A veces sucede que el restaurante no funciona como nos gustaría, o no es posible hacer que el restaurante empiece a ganar dinero y cerrar los meses en positivo. Pagos, facturas, salarios, impuestos, parece que no hay fin, y no se alcanza a pagar todo con la facturación del local. Empieza a parecer que esto no se puede parar y ya se acerca el final, el cierre. Cualquier dueño de un local siente lástima perder a su creación, sea la que sea.